• El secretario de Defensa de EEUU, Ashton Carter, (izquierda) habla con el comandante de las tropas estadounidenses en Afganistán, el general John Campbell, tras su llegada a Kabul
Publicada: sábado, 21 de febrero de 2015 6:36
Actualizada: domingo, 22 de febrero de 2015 4:23

Como parte de los esfuerzos por mantener su presencia militar en Afganistán, Washington ha enviado este sábado a su nuevo secretario de Defensa, Ashton Carter, a la capital afgana, Kabul.

Sobre los motivos detrás de esta visita, el titular estadounidense ha dejado en claro que es para seguir “teniendo aquí 10.000 soldados estadounidenses”, declaraciones hechas justo después de aterrizar en Kabul.

En torno a la agenda de su primer viaje oficial, Carter ha informado de reuniones con diferentes dirigentes afganos, entre ellos el presidente, Ashraf Qani, y también con responsables militares y diplomáticos norteamericanos.

En los encuentros planeados, el recién designado secretario de Defensa de EE.UU. busca hacer su “propia evaluación” de los avances efectuados en el país centroasiático y de la manera de dar continuidad a la presencia militar estadounidense en Afganistán.

“Buscamos un éxito en Afganistán que sea duradero y el cumplimiento prolongado de nuestra misión aquí”, ha dicho Carter, añadiendo que “cómo hacerlo y cuál es la mejor manera de hacerlo es precisamente el motivo por el que estoy aquí para evaluar”.

Aunque Carter había manifestado con anterioridad que estaría de acuerdo con la ralentización de la retirada de los uniformados estadounidenses en el caso de que sea necesario, ha rehusado realizar comentario alguno al respecto tras su llegada a Kabul.

Estos hechos se producen en momentos en los que el presidente de EE.UU., Barack Obama, debe decidir sobre el calendario de la retirada gradual de sus tropas en Afganistán. La actual fuerza militar presente en el país centroasiático ronda la cifra de unos 10.000 efectivos, cantidad que debería reducirse hasta 5000 a finales de 2015, ya que la retirada total está prevista para finales de 2016.

El pasado 30 de septiembre, el Gobierno afgano firmó un acuerdo bilateral con EE.UU. y otro con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pese a que el gobierno anterior se negó a hacerlo, para que sus tropas continúen en Afganistán después de 2014, fecha en la que se preveía la retirada total de las fuerzas extranjeras del país.

Fue en 2001 cuando la Alianza Atlántica, comandada por Estados Unidos, invadió el país centroasiático so pretexto de luchar contra el terrorismo. Sin embargo, la inseguridad es cada vez mayor y los civiles y militares afganos muertos se cuentan por miles.

Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) corrobora que la presencia de la Alianza en el territorio afgano dejó el país devastado por la guerra y sumido en la violencia. De hecho, las víctimas civiles aumentaron un 19 por ciento en 2014, en comparación con el año anterior, con 3188 muertos hasta finales del mes de noviembre.

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