“La coalición de agresión, liderada por EE.UU., se ha apoderado de un nuevo barco, el Sea Lion, que transporta 29 545 toneladas de diésel, impidiéndole llegar al puerto de Al-Hudayda”, informó el portavoz de la Compañía de Petróleo de Yemen (YPC, por sus siglas en inglés), Esam al-Mutawakel.
Mediante un tuit emitido el miércoles, el funcionario yemení destacó que esta acción violenta ha tenido lugar a pesar del carácter humanitario del referido barco y que contaba con los permisos de inspección y la autorización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para su amarre.
Según le citó la cadena yemení Al-Masirah, Al-Mutawakel subrayó que el silencio de la ONU frente a esta piratería deja constancia que esta organización comparte el asedio y el sufrimiento del pueblo yemení, involucrándose en una guerra lanzada en 2015 por Riad y sus aliados.
Al-Mutawakel calificó tales acciones de la coalición saudí-estadounidense de “clara violación” del derecho internacional, los derechos humanos, así como los estatutos, leyes y normas internacionales.
En este sentido, el portavoz yemení hizo un llamado a las organizaciones y activistas de derechos humanos para que asuman su responsabilidad y trabajen a fin de terminar el asedio y revelar tales saqueos de las riquezas del país más pobre del mundo árabe.
Las autoridades yemeníes enfatizan que los países agresores, con Arabia Saudí y EE.UU. a la cabeza, buscan aumentar el sufrimiento de los yemeníes, mediante la intensificación de las sanciones, la confiscación de petroleros buques con alimentos y medicinas, y en general por la vía de la guerra económica.
A medida que se agrava la situación humanitaria en Yemen, Saná sigue pidiendo el fin de la piratería marítima y la conducta arbitraria de los países de la campaña de guerra saudí, que ha sumergido a Yemen en una fuerte crisis económica y humanitaria.
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