Los informes corroboran que la nueva ofensiva ha dejado 8 muertos y 11 heridos, además de daños materiales, según fuentes yemeníes.
Los cazas agresores han dejado desolación a su paso justo cuando los yemeníes celebran el Eid Al-Adha, una de las festividades más importantes del mundo musulmán, en medio de la guerra y los bombardeos saudíes, que no han cesado desde el 26 de marzo de 2015.
El propósito de la guerra contra Yemen era restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi —un estrecho aliado de Riad que apoya la intervención militar en su país— derrocando al movimiento popular yemení Ansarolá, que forma parte del Gobierno de Salvación Nacional del país. Sin embargo, tras más de cuatro años de agresión, no han logrado cumplir con la misión, pese al apoyo incondicional de EE.UU. y sus aliados.
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