Según lo reportado por la agencia oficial yemení de noticias SABA, la Fuerza Aérea y la artillería del Ejército han realizado una operación conjunta contra una concentración de soldados saudíes en el sur de la provincia de Najran, limítrofe con Yemen.
En concreto, los ataques alcanzaron blancos en la localidad de Al-Sudis e infligieron “grandes pérdidas” tanto materiales como humanas, agrega el mismo medio.
Entretanto, Ansarolá han lanzado dos misiles balísticos de corto alcance Zelzal-1, de fabricación propia, contra una concentración de “mercenarios” y paramilitares en Alab, en la región de Asir, sita en el suroeste de Arabia Saudí. El movimiento asegura que el ataque ha dejado varios muertos y heridos entre las filas enemigas.
Las fuerzas yemeníes también han atacado con artillería las posiciones de los grupos armados afines al expresidente fugitivo yemení Abdu Rabu Mansur Hadi en la provincia septentrional yemení de Al-Jawf.
Las operaciones se llevaron a cabo horas después de que Ansarolá cumpliera su parte del Acuerdo de Estocolmo (Suecia) y comenzara a retirarse de la ciudad portuaria de Al-Hudayda. El movimiento actúa en represalia por los bombardeos realizados por Arabia Saudí contra ciudades yemeníes.
En marzo de 2015, Arabia Saudí emprendió, a la cabeza de una coalición regional, una campaña de ataques aéreos contra Yemen con el objetivo (todavía no alcanzado) de restaurar en el poder a Mansur Hadi, un estrecho aliado de Riad que apoya la intervención militar en su país.
Un informe publicado el pasado 11 de diciembre por el proyecto Datos sobre Localización y Acontecimientos de Conflictos Armados (Acled, por su acrónimo del inglés) precisa que la agresión iniciada en marzo de 2015 por Arabia Saudí y sus aliados contra el país más pobre del mundo árabe ha dejado más de 60 000 civiles muertos.
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