En un discurso ofrecido este jueves, el líder de Ansarolá, Seyed Abdulmalik Badreddin al-Houthi, ha subrayado que el grupo supervisará el cumplimiento del acuerdo de alto el fuego en Gaza y reanudará su apoyo al enclave si Israel no lo respeta.
Asimismo, ha calificado de “la más sangrienta, criminal y tiránica de esta era” la agresión israelí de los últimos dos años.
Al-Houthi ha afirmado que el enemigo israelí ha recurrido a sus contratistas sionistas para participar en la destrucción de barrios enteros. “El enemigo israelí, en colaboración con Estados Unidos, ha asesinado y herido al 11 % de la población de Gaza en una zona geográfica limitada, la tasa más alta de esta era”, ha agregado.
Respecto a las destrucciones causadas por Israel en Gaza, el líder ha señalado que el enemigo atacó más de mil mezquitas, así como escuelas, afectando al 95 % de ellas e interrumpiendo el proceso educativo.
En cuanto a la matanza de más de 67 000 palestinos en Gaza, ha calificado este horrendo acto como “el crimen de la época y el crimen del siglo” perpetrado por el régimen sionista en el enclave costero.
‘Tormenta de Al-Aqsa’ es la respuesta a 75 años de crímenes del régimen sionista
Al referirse a la operación ‘Tormenta de Al-Aqsa’ llevada a cabo por la Resistencia palestina, ha afirmado que dicha acción tiene un contexto específico y no fue iniciada por el pueblo palestino ni sus combatientes para abrir un nuevo conflicto con el enemigo israelí. “El contexto en el que se produjo la ‘Tormenta de Al-Aqsa’ está marcado por 75 años de crímenes judíos-sionistas contra el pueblo palestino”, ha apostillado.
Al resaltar la intensificación de los esfuerzos del enemigo para eliminar la causa palestina, ha manifestado que el objetivo de Israel, desde el principio, ha sido establecer un control total sobre Palestina y posteriormente implementar su denominado proyecto del ‘Gran Israel’.
“El proyecto sionista implica transformar toda la región al servicio de los intereses estadounidenses e israelíes, dejando a nuestros pueblos subordinados, esclavizados, despojados de su dignidad y con sus identidades destruidas”, ha recalcado.
Al criticar la normalización de relaciones de algunos países árabes con Israel, ha aseverado que los compromisos de esos regímenes “allanan el camino para que el enemigo israelí obtenga el control total de la región”. “Aceptar la liquidación y el fin de la causa palestina y abandonarla es un grave desastre para la nación, ya que se trata de una causa de suma importancia”, ha advertido.
Al referirse a la incitación a conflictos tribales en los países regionales por parte de Israel, ha resaltado que el régimen está trabajando intensamente en seguridad, ejército y otros aspectos para atacar todas las zonas.
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