Hadi, un aliado de EE.UU. en la región, huyó el sábado de Saná para refugiarse en su residencia de Adén, donde emitió un comunicado, retirando la dimisión presentada en enero e insistiendo en su polémica decisión, apoyada por países árabes del Golfo Pérsico, para convertir el país en un Estado federal de seis regiones.
Después de esta reunión cuyos detalles no se han publicado, Hadi también ha mantenido un encuentro con los gobernadores de las regiones meridionales del país árabe, incluido Adén, Abyan, Lahiy y Al-Dali, ha informado este domingo la cadena televisiva libanesa Al-Mayadeen.
Hadi, un aliado de EE.UU. en la región, huyó el sábado de Saná para refugiarse en su residencia de Adén, donde emitió un comunicado, retirando la dimisión presentada en enero e insistiendo en su polémica decisión, apoyada por países árabes del Golfo Pérsico, para convertir el país en un Estado federal de seis regiones.
En reacción a estas reuniones de Hadi, Yusuf al-Fishi, uno de los líderes del movimiento popular yemení Ansarolá ha denunciado que el mandatario dimitido está actuando como uno de los comandantes de Al-Qaeda para destruir el sur de Yemen.
Al-Fishi ha rechazado el llamado de Hadi a considerar "nulos e ilegítimos todos los pasos y las asignaciones realizadas después del 21 de septiembre", cuando Ansarolá tomó el control de la capital.
“Nadie tiene el derecho a llamar ilegítima y cuestionar la credibilidad de la revolución popular yemení”, ha recalcado el dirigente de Ansarolá.
Ayer, otro líder de Ansarolá, Zeifolá Shami, puso de relieve que la fuga de Hadi de Saná forma parte de un complot occidental y solo favorece los intereses de las potencias extranjeras.
Ansarolá califica la iniciativa de federalizar Yemen, de un intento para desintegrar el país y contrariar el acuerdo alcanzado en septiembre con el Gobierno bajo el auspicio de las Naciones Unidas, después de que el movimiento popular tomara la capital del país y forzara a la creación de un nuevo gobierno conforme a las demandas del pueblo.
La huida de Hadi tuvo lugar un día después de que el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Yamal Benomar, afirmara que diferentes partes políticas yemeníes han acordado la formación de un “consejo popular de transición” con el fin de poner fin a la actual desestabilidad política que sufre el país árabe.
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