Los países involucrados en el conflicto libio acuerdan reforzar el cese al fuego en el país norteafricano.
Reunidos en Berlín, pidieron a todas las partes redoblar esfuerzos para el cese de hostilidades y un cese al fuego duradero.
Los participantes también acordaron respetar el embargo sobre las armas a Libia que será controlado de manera estricta.
El interminable conflicto en Libia se ha intensificado por apetitos en torno a sus grandes reservas de petróleo, rivalidades políticas regionales y juegos de influencia.
Uno de los protagonistas principales, Fayez al-Sarraj, jefe del Gobierno de Unidad Nacional, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuenta con apoyo de Turquía. Su rival el mariscal Jalifa Haftar, cabecilla militar del este del país está apoyado por Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos y Francia. Al-Sarraj y Haftar estuvieron presentes en Berlín. Sin embargo, no se sentaron a la misma mesa.
La reunión fue opacada por el despliegue militar de Turquía y bloqueos en campos petroleros y puertos por facciones leales a Haftar que reducirán la producción de crudo del país a casi cero.
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