El Año Nuevo persa, el Noruz, coincide con el inicio de la primavera, por lo que es una fiesta llena de alegría y belleza. Pero, también las actividades previas a esta festividad son placenteras y alentadoras.
Desde varios días antes, los iraníes comienzan a preparar lo necesario para la mesa de Haft Sin, con siete objetos o alimentos que comienzan por la letra s y que representan el renacimiento, la salud, la alegría, la prosperidad, la felicidad, la paciencia y la belleza.
Además, en esos días, Hayi Firuz está presente prácticamente en cada rincón. Es un personaje de ficción del folclore iraní. Con el rostro cubierto de hollín y ataviado con ropa de color rojo, baila y canta por las calles tocando una pandereta. Anuncia la pronta llegada del Año Nuevo.
También se organizan otras actividades con ocasión de la llegada de la primavera. Una de ellas es la decoración de unos huevos de gran tamaño, coloreados por artistas, que han sido dispuestos en lugares públicos para otorgar una apariencia más alegre a las ciudades.
Esa antigua tradición se celebra también en otros países, como Paquistán, Turkmenistán y Turquía. En 2009, el Noruz fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como Patrimonio de la Humanidad.
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