Desde el sábado, decenas de manifestantes, en su mayoría musulmanes, han salido a las calles de Nueva Delhi para condenar la visita de Netanyahu, que es el primer ministro israelí que pisa La India desde 2003.
Durante las protestas, los indignados quemaron una efigie enlucida con imágenes de Netanyahu, además de corear consignas como: “Muerte a Israel” y “Muerte a Netanyahu”; y exigir al Gobierno indio que cese sus relaciones con el régimen de Tel Aviv.
Aparte de las protestas registradas en la capital india, también se han llevado a cabo manifestaciones en unas 1000 aldeas repartidas por todo el país asiático, según informes divulgados por medios locales.
El objetivo de la visita del premier israelí es aumentar los lazos, en especial, procurar la venta de armas y equipos militares israelíes a La India.
La India estableció relaciones diplomáticas con el régimen israelí en 1992 y, durante las dos últimas décadas, se ha convertido en un mercado clave para los equipamientos militares de Israel.
De hecho, es uno de los mayores compradores de armas israelíes, con una balanza comercial de unos 4600 millones de dólares de promedio anual, y 1000 millones en componentes y sistemas de defensa.
Esta visita de Netanyahu se produce unas semanas después de que La India votara a favor de la causa palestina en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) para anular la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de reconocer a la ciudad ocupada palestina de Al-Quds (Jerusalén) como la capital israelí.
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