Desde la semana pasada, Perú vive una aguda crisis socio-política, tras la decisión del Congreso de destituir al presidente Martín Vizcarra, quien fue sustituido por Manuel Merino, que se vio obligado a renunciar, después de seis días en el cargo, debido a las masivas protestas marcadas por la violenta actuación policial, que ocasionó dos muertos y varios desaparecidos.
Al respecto, el mandatario venezolano ha enviado un saludo solidario al pueblo de Perú, en especial a los jóvenes, por “su despertar histórico” y emprender una lucha por la “democracia verdadera, por sus derechos sociales, sus derechos económicos y sus derechos humanos”.
De acuerdo con Maduro, esta crisis en Perú viene arrastrándose desde hace al menos 30 años con la legitimidad del sistema político de la “oligarquía burguesa peruana”, la cual ha engañado al pueblo a través de diversos candidatos para mantenerse en el poder, con el apoyo de las corporaciones mediáticas.
Ante ello, el jefe de Estado venezolano ha preguntado: “¿Dónde está el Grupo de Lima que no apoya al pueblo de Lima?, ¿dónde está el Grupo de Lima que no apoya los derechos humanos del pueblo de Perú?, ¿por qué se queda callado el Grupo de Lima?”.
Caracas rechaza al Grupo de Lima —integrado por países que buscan derrocar el Gobierno de Nicolás Maduro y respaldan a Juan Guaidó, el autoproclamado “presidente interno” de Venezuela— y lo acusa de secundar los planes desestabilizadores de Estados Unidos contra el país bolivariano.
Luego, el jefe de Estado chavista ha puesto de relieve que incluso tras la renuncia de Merino, los peruanos siguen en las calles, bajo la consigna ‘que se vayan todos’. “Vamos a ver al pueblo peruano cómo conduce esta etapa en adelante”, manifiesta Maduro.
Perú enfrenta una crisis marcada por la corrupción, que ha comprometido a los últimos presidentes del país, entre ellos Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), y Alan García (2006-2011), y más recientemente Vizcarra.
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