Los golpistas tomaron el Palacio de Miraflores, sede presidencial, y su líder, Pedro Carmona, se autoproclamó “presidente interino” de Venezuela, quien, a su vez, disolvió la Asamblea Nacional, la Corte Suprema y anuló la Constitución del país suramericano.
Sin embargo, su “liderazgo” solo duró 3 días gracias al apoyo que mostraron los venezolanos a la democracia y a su presidente electo Chávez, quien volvió a presidir Venezuela.
Después de 17 años, aparece otro golpista en Venezuela con la misión de derrocar a otro presidente democráticamente elegido: Nicolás Maduro. Juan Guaidó se autoproclama “presidente interino”, esperando tomar Miraflores como lo hizo Carmona.
Guaidó ha tenido menos suerte que Carmona, quien por lo menos pudo llegar a Miraflores, aunque por un poco tiempo, pero transcurridos unos meses, Guaidó y su patrocinador EE.UU. aún no han alcanzado su objetivo.
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