La disputa entre poderes públicos y la persistente crisis económica marcaron el año 2016 en Venezuela. Ya en enero comenzó a funcionar la nueva Asamblea Nacional (AN) de mayoría opositora, y no faltaron advertencias tempranas.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, encabezó las críticas a la nueva Asamblea Nacional, que pronto entró en desacato al desoír disposiciones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Así, todas las leyes votadas por el Parlamento opositor y resistidas en las calles por el chavismo carecen de validez, en un pulso entre poderes que seguirá en 2017.
Llamados a destituir a Nicolás Maduro se repitieron una y otra vez en 2016. Pero la realidad no acompañó en 2016 los deseos de la referente opositora.
La oposición cerró el año con convocatorias de calle mínimas. Sus partidarios no se suman a los llamados destituyentes, aunque en el año que termina sí salieron a la calle masivamente para respaldar la realización de un referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro. Pero esa iniciativa fracasó y en los últimos meses del año dio paso a un diálogo entre Gobierno y oposición.
El diálogo promovido por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Vaticano avanzó con dificultad y aunque habrá nuevos encuentros en enero de 2017, solo los mediadores parecen apostar a su continuidad.
Pero el Gobierno de Nicolás Maduro no solo afrontó desafíos políticos, también sufrió la presión de los nuevos Gobiernos de derecha del continente para apartarlos del Mercado Común del Sur (Mercosur) y, más preocupantes, los embates internos sobre la economía.
La inflación se disparó y al desabastecimiento de productos básicos a precios regulados se sumó sobre el final del año la escasez provocada de papel moneda, que provocó la rápida salida de circulación de los viejos billetes y el reemplazo por otros, que circularán desde enero.
El Gobierno reconoce los problemas, pero insiste en que la culpa es de los que quieren acabar con la Revolución Bolivariana.
El Gobierno de Nicolás Maduro asegura que lo peor de la crisis económica ya pasó, y que el 2017 será un año de recuperación. Los precios del petróleo comenzaron a estabilizarse e incluso a crecer, y esto es vital para la economía venezolana.
Pero más allá de estos buenos augurios, se sabe que el año que comienza será complejo para la Revolución Bolivariana asediada desde dentro y fuera.
Marcos Salgado, Caracas.
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