“Se decidió retomar la agenda de respeto, entre el gobierno de los Estados Unidos y el Gobierno Bolivariano de Venezuela”, anunció el miércoles Maduro desde el Palacio de Miraflores acompañado de los trabajadores petroleros que se movilizaron en Caracas, en defensa y respaldo de la Revolución Bolivariana y de las políticas ejecutadas por el Gobierno para la preservación de la soberanía.
Explicó que no es una tarea fácil por las diferencias existentes entre ambas naciones y por el intento “una y otra vez (de EE.UU.) de acorralar a nuestro país, de meterse en nuestros asuntos internos”.
Se decidió retomar la agenda de respeto, entre el gobierno de los Estados Unidos y el Gobierno Bolivariano de Venezuela”, anunció el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro desde el Palacio de Miraflores en Caracas, capital venezolana.
Maduro reiteró que la República Bolivariana de Venezuela es una nación que recuperó su soberanía política y no permitirá el intervencionismo de gobiernos extranjeros. Venezuela “no se mete con nadie en el mundo, pero tampoco acepta que nadie se meta en sus asuntos”, insistió.
Dijo también que envió un mensaje a su homólogo de EE.UU., Barack Obama, en el que le pide reflexionar y rectificar su posición mantenida durante los últimos ocho años hacia Venezuela.
“Ojalá el presidente Obama rectificara la postura que ha tenido en estos ocho años contra la Revolución Bolivariana y en estos últimos siete meses en su Gobierno, para poder transitar un camino de diálogo, de respeto, con una agenda positiva entre Estados Unidos y Venezuela”, expresó el mandatario venezolano.
Thomas Shannon llegó el martes a Venezuela para “dar continuidad” a las conversaciones iniciadas por Kerry y la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, el 14 de junio pasado en República Dominicana al margen de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La relación entre los dos países, que carecen de embajadores desde 2010, se tensó aún más en marzo de 2015 cuando Obama firmó un decreto que considera a Venezuela una "amenaza inusual y extraordinaria" para la seguridad de Estados Unidos.
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