• La gente reza por las víctimas del terremoto y el tsunami de 2011 en la ciudad de Sendai, en la isla de Honshu, 11 de marzo de 2016.
Publicada: viernes, 11 de marzo de 2016 10:39

Los japoneses han rendido homenaje este viernes a las víctimas del terremoto y el tsunami ocurridos hace exactamente cinco años que se cobraron la vida de unas 18.500 personas.

Pese al frío y la lluvia, miles de familias han participado con flores y velas en el homenaje en distintos puntos del noreste del país, azotado por el desastre que dejó 18.500 muertos o desaparecidos y causó un accidente nuclear cuyos efectos siguen siendo visibles.

La gente en Tokio, capital de Japón, se detuvo en las calles para observar un minuto de silencio por los 18.500 muertos del tsunami de 2011.

 

A las 14:46, hora local, (05H46 GMT) se observó un minuto de silencio en todo Japón, justo cuando hace cinco años se produjo un sismo de magnitud 9 frente a la isla principal de Honshu.

Nunca podremos olvidar las imágenes de ese muro de agua negra" cayendo sobre las ciudades destruidas por el tsunami", ha afirmado el emperador Akihito.

El emperador Akihito, la emperatriz Michiko, el primer ministro Shinzo Abe y otros participantes en la ceremonia de Tokio inclinaron sus cabezas en señal de homenaje.

El pueblo Yamada afectado por el tsunami 2011.

 

"Han pasado cinco años desde la catástrofe; más de 20.000 víctimas han perdido la vida", ha declarado el emperador Akihito en la ceremonia frente a un inmenso parterre de flores blancas y amarillas, alrededor de una estela de homenaje a "las víctimas del gran desastre de Tohoku" (noreste).

La imagen muestra la quema de casas y un barco en medio de las aguas de la inundación generada por el tsunami.

 

"Japón ha recibido el regalo de tener una naturaleza hermosa, pero a veces puede ser peligrosa", ha destacado Akihito. "Nunca podremos olvidar las imágenes de ese muro de agua negra" cayendo sobre las ciudades destruidas por el tsunami, ha añadido.

El 11 de marzo de 2011 exactamente a las 14:46, hora local, un terremoto de 9 grados se produjo en el Océano Pacífico. El tsunami posterior mató a 18.500 personas y provocó además una fuga en la central atómica de Fukushima, desatando el mayor desastre nuclear en un cuarto de siglo.

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