“No conversamos sobre el periodo de transición” buscado por los países occidentales, ha asegurado el diplomático sirio ante los periodistas en la capital iraní, Teherán.
No conversamos sobre el periodo de transición”, afirma el vicecanciller sirio, Faisal al-Miqdad.
El funcionario sirio ha hecho hincapié en que los que hablan de este tema no saben nada de las realidades que están ocurriendo en Siria hoy en día.
Lo que buscan las autoridades sirias, ha explicado Al-Miqdad, es un gobierno que incluya a la totalidad de las partes, por lo que nunca negociará la transición del poder.
El vicecanciller sirio ha formulado tales declaraciones después de reunirse con el vicecanciller iraní para Asuntos Árabes y Africanos, Husein Amir Abdolahian, con el que ha abordado los últimos acontecimientos registrados en Siria.
Además, durante su encuentro con su homólogo iraní, Al-Miqdad ha afirmado que lo que quiere Damasco es un diálogo nacional en Siria sobre la base de la Constitución del país árabe.
En cuanto a las futuras conversaciones entre el Gobierno y los opositores sirios en Viena (capital austríaca), Al-Miqdad ha informado que Damasco no ha recibido todavía invitación alguna a este respecto.
Mientras tanto, algunos medios de comunicación han anunciado este martes que los representantes del Gobierno sirio y los grupos opositores se reunirán la próxima semana en la capital de Rusia, Moscú.
El viaje de Al-Miqdad al país persa para conversar con las autoridades iraníes sobre la situación de su país se produce después de que los representantes de 17 países se dieran cita el pasado viernes en Viena para abordar la situación de Siria y tratar de encontrar una solución política que ponga fin a la crisis que aqueja al país árabe.

Al final del encuentro en Viena, se emitió un comunicado conjunto, conforme al cual, las partes participantes en las conversaciones declararon que acordaron la celebración de elecciones en el país árabe y el envío de ayuda humanitaria a los sirios afectados por más de cuatro años y medio de crisis.
El pasado domingo, el canciller sirio, Walid al-Moalem, al aclarar que Damasco reconoce la importancia de la declaración final de estos diálogos, lamentó que ésta no obligue a “los países conocidos por su apoyo al terrorismo a aplicar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas)”, sobre las medidas antiterroristas, por lo que, a su juicio, dicha declaración “fue poco precisa”.
Desde su inicio en 2011, la crisis siria —protagonizada por varios grupos terroristas apoyados por ciertos países regionales y occidentales— se ha cobrado la vida de más de 250.000 personas, de acuerdo con las estadísticas del opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, capital británica.
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