Lavrov declaró el domingo en una entrevista que Europa se había excluido de las negociaciones sobre Ucrania, con su sistemática práctica de obstaculizar todo intento destinado a poner fin al conflicto.
El titular ruso aseguró que el bloque regional había “agotado sus oportunidades” de influir en el proceso de resolución, recordando su involucración en la crisis de Ucrania desde 2014, que culminó con el golpe de Estado y la destitución del presidente Viktor Yanukóvich.
El canciller ruso también mencionó las declaraciones de la ex canciller alemana Angela Merkel y del expresidente francés François Hollande, quienes reconocieron que “nadie tenía la intención de cumplir” los Acuerdos de Minsk, diseñados para zanjar el brete en la región de Donbás.
Lavrov citó el caso más reciente de abril de 2022, cuando los Acuerdos de Estambul, establecidos bajo mediación turca para intercambios de prisioneros, fueron bloqueados, “a instancias del entonces primer ministro británico Boris Johnson y con plena anuencia europea”.
Pese a ello, múltiples líderes e instituciones europeas continúan insistiendo en que cualquier posible acuerdo de paz debe incluir a la Unión Europea, intensificando su retórica tras la propuesta más reciente de Estados Unidos para solventar el caso.
El Protocolo de Minsk es un acuerdo que se creó para el cese de la guerra en el Donbás firmado el 5 de septiembre de 2014 por Ucrania, Rusia, las entonces repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, para poner fin a la guerra entre las fuerzas prorrusas en el Donbás y el ejército ucraniano.
Las negociaciones de Estambul fueron una serie de conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, celebradas en marzo de 2022 en Turquía, pocas semanas después del inicio de la operación militar rusa para la desmilitarización y desnazificación de Ucrania.
En pleno conflicto renovado entre ambas partes, el medio Axios ha reportado que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha propuesto recientemente un plan de paz para poner fin a la guerra ruso-ucraniana que lleva ya más de tres años.
Según los informes, el plan de 28 puntos reconoce los referéndums de 2014 en Crimea y luego en las regiones orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk que condujeron a la unión a la Federación Rusa, congela a las fuerzas ucranianas a lo largo de la actual línea del frente, limita el ejército de Kiev y descarta permanentemente la adhesión de Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
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