“La campaña de hipocresía, mentiras y engaños llevada a cabo por el Occidente [contra Rusia] es la misma que se lanzó contra Siria”, ha denunciado este lunes el ministro de Exteriores sirio, Faisal al-Miqdad, en una rueda de prensa conjunta con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en Moscú.
El máximo diplomático sirio ha avisado que el Occidente empuja a Ucrania a un conflicto con Rusia, suministrándole armas a Kiev, estableciendo bases militares cerca de las fronteras rusas, y violando acuerdos internacionales sobre la no proliferación.
El objetivo del Occidente, según advierte Al-Miqdad, es expandir la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este de Europa, y por ende, amenazar a la Federación Rusa y otros países del mundo.
Ha resaltado el papel “importante y fundamental” que desempeña Rusia en “la promoción de la seguridad y la estabilidad no solo en Asia Occidental sino también en Europa”, y expresado el apoyo del país árabe a los esfuerzos de Moscú por superar la crisis que el Occidente intenta estallar en Europa.
Lavrov, a su vez, ha denunciado los intentos del Occidente para crear una atmósfera bélica contra Rusia y señalado que ese enfoque destructivo afecta los esfuerzos de todas las partes para “implementar la Resolución 2254 de las Naciones Unidas”, destinada a hallar una solución política para la crisis en Siria.
Siria y Rusia tachan de “inaceptables” los ataques israelíes al territorio sirio
Al-Miqdad ha aprovechado además la oportunidad para volver a condenar los ataques que lleva a cabo con frecuencia el régimen israelí contra el territorio sirio y denunciado que, con tales agresiones, Israel busca proteger a sus aliados terroristas que operan en el país árabe.
Sin embargo, el canciller sirio ha asegurado que Damasco no tolerará estos ataques y dará una respuesta contundente a los agresores.
Por su parte, el ministro ruso de Exteriores ha tachado de “inaceptables” las agresiones israelíes contra el territorio sirio y denunciado que tales acciones violan las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), profundizan la inestabilidad en Asia Occidental y socavan los esfuerzos de Damasco para enfrentar las amenazas terroristas.
Ambos ministros de Exteriores han condenado también las sanciones unilaterales impuestas por EE.UU. y la Unión Europea (UE) a Siria y han abogado por redoblar los esfuerzos para hallar una solución política para la crisis que azota al país árabe desde 2011.
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