Continúa esta tensión por el conflicto entre las tribus árabes y las milicias kurdas a raíz de su pertenencia al plan estadounidense contra Siria.
Las protestas contra las Fuerzas Democráticas de Siria en el campo este de la provincia de Deir Ezzor no se han detenido, sino que se extendieron para incluir amplios espacios de la región oriental y llegar a zonas consideradas durante mucho tiempo fortalezas de las milicias kurdas que trabajan bajo instrucciones de EE.UU.
Después del rechazo de la mayoría de los jeques de las tribus árabes de Deir Ezzor ante los intentos kurdos de mediación y de reabrir canales de negociación, las milicias kurdas enviaron más refuerzos militares a la zona y llevaron a cabo redadas para detener a los manifestantes y enterrar a la resistencia popular. No obstante, el respaldo comenzó a aumentar. Este domingo, un convoy de 3 vehículos militares y un camión de las Fuerzas Democráticas de Siria fue destruido en un ataque en el campo de Hasaka.
Ante esta escalada y en un intento destinado a garantizar la protección de sus tropas y sus títeres, EE.UU. ha enviado durante las últimas 24 horas un nuevo convoy de más de 50 camiones de refuerzos militares a su base ilegítima en Hasaka.
Los expertos consideran que la resistencia popular contra las milicias kurdas y su patrocinador estadounidense empezó y no se detendrá hasta la erradicación de la presencia extranjera de sus zonas.
Bashar Barazi, Damasco.
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