"Mejor tarde que nunca, pero ¿son sinceras las intenciones turcas de combatir a los terroristas del grupo EIIL (Daesh, en árabe), el Frente Al-Nusra y los grupos vinculados a Al-Qaeda?", ha declarado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria en una carta enviada este miércoles a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Mejor tarde que nunca, pero ¿son sinceras las intenciones turcas de combatir a los terroristas del grupo EIIL (Daesh, en árabe), el Frente Al-Nusra y los grupos vinculados a Al-Qaeda?", se lee en el comunicado de la Cancillería siria.
Asimismo ha anunciado que el Gobierno de Damasco "rechaza los intentos del régimen turco de presentarse como una víctima que se está defendiendo", mientras que, ha agregado, todo el mundo es consciente que “este régimen” ha proporcionado todo tipo de ayuda a los terroristas en Sira, violando las resoluciones del CSNU, sobre todo la 2170 y la 2178 de 2014, así como la 2199 de 2015.
“El Gobierno de Ankara es culpable del derramamiento de sangre del pueblo sirio”, ha afirmado, para luego criticar que, a lo largo de más de cuatro años de crisis, Ankara, con el respaldo de los terroristas que entraron al país a través de Turquía para unirse a Daesh, no ha dejado de conspirar contra Damasco.
En este mismo contexto, tras asegurar que Siria está comprometida con su lucha antiterrorista, ha urgido al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a obligar a los Estados del mundo a cumplir con las resoluciones antiterroristas y tomar medidas contra los países que patrocinan los grupos takfiríes como el EIIL y el Frente Al-Nusra (afiliado a Al-Qaeda).

El viernes, fuerzas turcas iniciaron una ola de bombardeos contra el territorio sirio, según alega Ankara, para luchar contra elementos del grupo terrorista takfirí EIIL; empero, esta medida carece del consentimiento del Gobierno de Damasco.
Hasta ahora, Ankara había mantenido una postura ambigua respecto a los avances terroristas en los territorios de sus vecinos, Irak y Siria, declarando de manera oficial una postura imparcial al respecto, aunque, según Siria, apoyaba en la práctica a los terroristas.
Estos bombardeos, que han recibido fuertes críticas tanto por parte de Siria como por otros países, han dejado hasta el pasado 23 de julio al menos 173 civiles sirios muertos, según el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Sin embargo, el pasado jueves, Ankara y Washington acordaron la creación de una zona de exclusión aérea en el norte de Siria, además, Turquía ha autorizado este miércoles a EE,UU. a utilizar la base aérea de Incirlik, en el sur del país, en el marco de lo que llamaron la cooperación contra el EIIL.
Desde marzo de 2011, Siria es escenario de sangrientos conflictos armados provocados por mercenarios procedentes de varios países del mundo que reciben el apoyo de Occidente y sus aliados regionales para derrocar al Gobierno legítimo del presidente Bashar al-Asad.
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