Las protestas fueron convocadas por movimientos sociales y organizaciones de izquierda después de que la cámara baja del Congreso aprobara la madrugada del miércoles una ley que reduce drásticamente la condena del expresidente Jair Bolsonaro, sentenciado a 27 años de cárcel por golpismo.
Río de Janeiro, Brasilia y São Paulo fueron tres de las más de diez capitales en las que los manifestantes se organizaron bajo el lema ‘Congreso enemigo del pueblo’ para mostrar su indignación por la iniciativa impulsada por la mayoría conservadora.
El recurso aprobado en la Cámara de Diputados modifica los criterios para calcular las penas por delitos contra el Estado democrático de derecho, entre otros.
De aprobarse en el Senado el próximo miércoles, beneficiaría a Bolsonaro con la libertad condicional en poco más de dos años. También favorecería a otros condenados, incluyendo a quienes asaltaron las sedes de los poderes en enero de 2023.
La gran protesta social brasileña insiste en que Bolsonaro debe pagar en la cárcel por el precio de sus delitos, mientras denuncian el accionar del Poder Legislativo, que prioriza una agenda “lejana” al pueblo en lugar de los temas sociales más urgentes.

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