Según ha informado este viernes el director general de la OPAQ, Ahmet Uzumcu, muestras analizadas por sus expertos “apuntan a que esta sustancia puede haber sido producida por el propio EIIL (Daesh, en árabe)”.
En una entrevista exclusiva concedida a la agencia francesa de noticias AFP, Uzumcu ha precisado que, a pesar de la “mala calidad” del gas producido, este presentaba un carácter “perjudicial” y su elaboración es “extremadamente preocupante”.
“Es muy inquietante, sobre todo porque en ese país hay combatientes extranjeros que podrían volver algún día a sus países de origen”, ha agregado.
La OPAQ tiene abiertos, según su máximo titular, “más de 20” expedientes sobre acusaciones de uso en Siria de armas químicas y sustancias tóxicas desde el pasado mes de agosto.
A este respecto, ha explicado que los casos incluyen el uso de gas cloro y otras sustancias no identificadas en la ciudad siria de Alepo y en otras localidades del norte de Siria, como Idlib.
Los expertos de la organización, ha proseguido, creen que es posible que EIIL haya logrado sintetizar el gas mostaza usado en Siria y en Irak, aunque también hay acusaciones contra el Gobierno de Damasco.
Estas afirmaciones de Uzumcu tienen lugar después de que, ayer jueves, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) aprobara por unanimidad la extensión del mandato por un año de la misión encargada de investigar el uso de armas químicas en el conflicto sirio.
Se trata de una misión conjunta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la OPAQ definida en el marco de la resolución 2319 de la ONU, que condena el empleo de cualquier tipo de sustancia química tóxica en Siria.
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