Desde jueves por la noche, cuando el Ejército sirio anunció el inicio de una nueva ola de ofensivas contra las posiciones y barrios controlados por los extremistas en Alepo, los cazas sirios, con el respaldo de la aviación militar rusa, llevan a cabo una feroz campaña de ataques aéreos contra los terroristas.
El objetivo de las ofensivas, que también incluye una gran operación terrestre, es expulsar de la segunda ciudad en importancia, a los grupos armados, que incluye tanto a los “rebeldes” apoyados por EE.UU. como a otros grupos extremistas, unidos por conveniencia estratégica.
Durante los combates, la estación de bombeo de agua del barrio de Bab al-Nairab, en mano de los grupos armados, quedó dañada y las hostilidades impidieron la llegada de los equipos de reparación, reveló el sábado la representante del Fondo para la Infancia de Naciones Unidas (Unicef, en inglés) para Siria, Hanaa Singer, según recogió el domingo la agencia oficial rusa de noticias Sputnik.
Como represalia, la estación de bombeo Suleiman al Halabi, que también se encuentra en el este, fue apagada, lo que implica el corte de agua para 1,5 millones de personas en la parte oeste de la ciudad", denunció la representante del Fondo para la Infancia de Naciones Unidas (Unicef) para Siria, Hanaa Singer
En un acto de represalia, denunció Singer, los insurgentes apagaron la estación de bombeo Suleiman al-Halabi, ubicada asimismo en la parte oriental alepina, lo que supuso “el corte de agua para 1,5 millones de personas en la parte occidental de la ciudad”, controlada por las autoridades sirias.
Unacceptable. Nearly 2 million people in #Aleppo are once again with no running water https://t.co/osGRIZoL5X #Syria @SingerHanaa pic.twitter.com/hF9xcOJFgH
— UNICEF (@UNICEF) September 25, 2016
La Unicef teme que las familias en la parte occidental de Alepo se vean obligadas a recurrir al “agua de pozo altamente contaminada”, lo que pone en peligro la vida de los niños.
La nueva escalada de enfrentamientos entre las tropas gubernamentales sirias y las fuerzas extremistas coincide con el fracaso de los intentos de Rusia y EE.UU. por reavivar la tregua, que solo estuvo en vigor una semana hasta el pasado lunes, cuando el Ejército sirio anunció su fin, a raíz de múltiples infracciones del alto el fuego por parte de grupos armados ilegales.
“Alepo está muriendo poco a poco, y el mundo está observando, y (el suministro de) agua corriente está siendo cortada”, lamentó el director adjunto del organismo, Justin Forsyth.
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