A través de un comunicado difundido este martes, la FDA (acrónimo en inglés del citado organismo estadounidense) ha confirmado que dos personas perdieron la vida debido a la vacuna y otras cuatro con placebos durante el período comprendido entre el 29 de abril, fecha en la que se inició la primera participación, y el 14 de noviembre.
Según los datos a los que se ha tenido acceso, uno de los receptores falleció por un ataque cardíaco, que sufrió tras recibir una segunda dosis de la vacuna, mientras que el otro, que padecía una obesidad y aterosclerosis preexistentes, perdió la vida tres días después de recibir la primera dosis de la vacuna; ambas víctimas tenían más de 55 años.
El ensayo clínico de la vacuna, producida por las empresas estadounidense Pfizer y alemana BioNTech, se ha realizado sobre 43 448 personas. Las autoridades competentes tenían previsto discutir el jueves que viene la aprobación de su uso de emergencia.
No obstante, la FDA ha indicado que, como cerca de 38 000 ensayos han tenido éxito, la vacuna cuenta con “un perfil de seguridad favorable” y no hay preocupaciones que puedan evitar su emisión.
Pfizer y BioNTech anunciaron en julio que el Gobierno estadounidense hizo un pedido inicial de 100 millones de dosis, por casi 2000 millones de dólares, de su potencial vacuna, después de que las firmas avisaran a principios del mencionado mes haber logrado unos preliminares positivos tras probar el fármaco en 45 personas.
EE.UU. debería recibir las primeras dosis cuando Pfizer logre fabricar la vacuna con éxito y el producto reciba la debida autorización para su uso de emergencia o una licencia de la FDA después de haber demostrado la eficacia y seguridad de su vacuna en los ensayos clínicos exhaustivos de Fase 3.
A mediados de noviembre, Pfizer anunció que su vacuna candidata había demostrado ser eficaz en un 95 % de los ensayos clínicos de la Fase 3.
Conforme a los últimos datos proporcionados por el portal Worldometer, hasta la fecha, en EE.UU., se han registrado más de 15 400 000 casos de contagios y al menos 291 400 decesos por la COVID-19, una cifra que coloca a este país en el primer lugar en la lista del número de infectados.
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