• El ministro de Emergencias ruso, Vladimir Puchkov (izqda.), y el ministro de Transporte, Maxim Sokolov (dcha.), visitan el lugar del accidente del airbus A321 ruso en la península del Sinaí, en Egipto, 1 de noviembre de 2015.
Publicada: martes, 3 de noviembre de 2015 15:54

El accidente del avión de pasajeros ruso A321 en Egipto no guarda relación alguna con los ataques aéreos rusos antiterroristas en Siria y no hay que especular sobre su posible vinculación, ha indicado el portavoz del Kremlin.

"Cualquier tipo de pensamientos hipotéticos en lo que se refiere a esto son totalmente inadecuados. Una vez más, estas son historias completamente diferentes y cuestiones absolutamente diferentes que no han de estar conectadas", ha declarado este martes Dmitri Peskov.

Cualquier tipo de pensamientos hipotéticos en lo que se refiere a esto son totalmente inadecuados. Una vez más, estas son historias completamente diferentes y cuestiones absolutamente diferentes que no han de estar conectadas", ha dicho el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Peskov ha subrayado que a pesar de que existe "una enorme cantidad de especulaciones sobre ambos (ataques aéreos rusos en Siria y el accidente del A321)”, la investigación está en curso, por lo que puede hacerse cualquier conjetura aunque eso “no significa que haya alguna relación con la realidad”.

El sábado pasado, un Airbus A321 perteneciente a la aerolínea rusa Metrojet (Kogalymavia) se estrelló en la península del Sinaí mientras realizaba el trayecto Sharm el-Sheij-San Petersburgo; en el incidente murieron las 224 personas que iban a bordo de la aeronave.

Asimismo, el portavoz ha hecho hincapié en que habrá que esperar a que finalice la investigación en marcha de la tragedia antes de llegar a cualquier tipo de conclusión, y ha señalado que no se han fijado fechas para las indagaciones, ya que no es “lógicamente posible” hacerlo.

Diferentes países han ofrecido su ayuda para llevar a cabo esta investigación, ha añadido Peskov, a la vez que ha recordado que las leyes internacionales estipulan que el primer país que las tiene que llevar a cabo ha de ser el país en cuyo territorio ha ocurrido la tragedia -Egipto- y también al que pertenecen los civiles involucrados, es decir, Rusia.

El portavoz de la Presidencia de Rusia, Dmitri Peskov

 

Rusia lleva a cabo una investigación independiente mientras que las autoridades egipcias realizan las suyas, sin embargo, medios de comunicación estadounidenses informaron el lunes de que un satélite de su país había detectado un destello de calor en el mismo momento y sobre el mismo lugar en el que ocurrió el siniestro del vuelo 9268.

Los analistas de inteligencia estadounidenses creen que esto podría haber sido causado por una bomba o un tanque de combustible después de la detonación de una carga explosiva. El Kremlin, por el momento, ha informado que no puede comentar si Rusia pedirá o no estos datos satelitales a Washington.

Rusia desmintió el sábado la posibilidad de que el accidente aéreo se debiera a un atentado terrorista, y Egipto calificó de propagandísticas las alegaciones del grupo terrorista allí presente afiliado al EIIL (Daesh, en árabe) sobre la posibilidad de que hubiera derribado el avión de pasajeros.

Rusia inició una campaña de bombardeos en suelo sirio contra objetivos de Daesh y de otras bandas extremistas, los cuales han sido hasta el momento exitosos. La ofensiva aérea rusa, además de haber obligado a los terroristas a huir de sus posiciones, ha resultado en la destrucción de un 40 % de las infraestructuras de este grupo takfirí.

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