• Portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajarova, habla con los medios de comunicación, en Moscú, Rusia, 24 de diciembre de 2021.
Publicada: lunes, 27 de diciembre de 2021 2:12

Posible adhesión de Finlandia y Suecia en OTAN tendrá consecuencias militares y políticas “graves” que Moscú no dejará sin respuesta, advirtió Cancillería rusa.

Los persistentes intentos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de “llevar a esos países (Finlandia y Suecia) a la órbita de sus intereses y políticas oportunistas” no han pasado desapercibidos para Rusia”, dijo la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajarova, según recogió este sábado la agencia rusa de noticias RT.

“Es bastante obvio que la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN tendría graves consecuencias militares y políticas que requerirían una respuesta adecuada por parte de Rusia”, señaló.

La diplomática rusa agregó que Moscú considera la política de no ser parte de ninguna alianza, tradicionalmente seguida por Estocolmo y Helsinki, como “un factor importante para asegurar la estabilidad en el norte de Europa”.

Ante las amenazas y provocaciones de EE.UU. y Europa, Rusia exige a la OTAN, que renuncie a cualquier actividad militar en el territorio de Ucrania y de varios países de Europa Oriental, el Cáucaso y Asia Central. Esto, en el marco del acuerdo que ha propuesto Moscú al Occidente para lograr unas garantías de seguridad vinculantes.

 

El país euroasiático ofreció su propuesta en un momento en el que la OTAN ha intensificado sus actividades en forma de simulacros y despliegue de buques de guerra cerca de las fronteras de Rusia y busca una nueva ampliación en los países de esta zona.

En esta misma línea, al comentar sobre las propuestas de Moscú, Zajarova reiteró que “descartar la expansión de la OTAN y el despliegue de sistemas de armas que amenazan nuestra seguridad cerca de las fronteras rusas serán los principales temas clave en las próximas conversaciones con Estados Unidos y la OTAN”.

En los últimos años, precisamente desde 2014, los lazos bilaterales entre Moscú y la Alianza Atlántica han experimentado un deterioro a niveles nunca vistos desde el fin de la Guerra Fría. Ambas partes se acusan mutuamente de llevar a cabo actos hostiles, mientras cada una organiza maniobras en respuesta a las realizadas por la contraparte.

De hecho, Moscú considera una amenaza la presencia militar de la OTAN en países de Europa Oriental, en las inmediaciones de sus fronteras, y advierte que dará una respuesta contundente a cualquier provocación del Occidente en el momento debido.

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