• Parte de las obras de la construcción del gasoducto Nord Stream 2, en Lubmin, noreste de Alemania, 26 de marzo de 2019.
  • La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajarova, en una rueda de prensa.
Publicada: sábado, 21 de agosto de 2021 18:00

Rusia promete dar una respuesta dura y adecuada al nuevo conjunto de sanciones impuestas por EE.UU., que, denuncia, muestra hostilidad de parte de Washington.

“Nuestra respuesta, como siempre, será dura y adecuada”, ha aclarado este sábado, la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajárova, a través de un comunicado, denunciado los nuevos embargos impuestos por Washington contra el país euroasiático.

La diplomática ha tachado las nuevas sanciones estadounidenses contra los gasoductos rusos de “hostiles”, agregando que estas medidas se deben a la falta de voluntad política de Washington y su rechazo a construir relaciones bilaterales “sobre una base de asociación”.

Según Zajárova, tales medidas del país norteamericano contradicen los acuerdos logrados por el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, en la cumbre de Rusia-EE.UU. celebrada en Ginebra en junio de 2021.

El viernes, la Administración Biden anunció nuevas sanciones contra los gasoductos rusos para exportación a través del bloqueo de inmuebles o intereses en inmuebles de entidades que participaron en la construcción del megaproyecto Nord Stream 2.

 

Las nuevas sanciones llegaron la misma jornada en que Putin, se reuniera con la canciller alemana, Angela Merkel, en Moscú, una cita constructiva para ambas partes donde han enfatizado en ampliar las cooperaciones bilaterales pese a divergencias. 

¿Por qué EEUU se opone al avance de Nord Stream 2?

El gasoducto Nord Srtream 2, que es la segunda conexión de este tipo entre Rusia y Alemania —después de la inauguración de la primera en 2011—, tiene la capacidad de transportar unos 55 000 millones de metros cúbicos de gas al año.

La Casa Blanca se opone a dicho megaproyecto, afirmando que el gasoducto aumentaría la influencia de Rusia en Europa en un momento de creciente tensión entre ambas partes.

Rusia, a su vez, rechaza las presiones de EE.UU. al respecto y le acusa de intentar obligar a los europeos a comprar gas licuado norteamericano.

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