“Uno de los elementos clave para ganar la Guerra Fría sin disparar un tiro (…) es la propaganda, el mensaje y las redes sociales”, ha explicado este martes McCain durante un discurso en el Instituto Hudson, situado en la ciudad capitalina de Washington.
Uno de los elementos claves de ganar la guerra fría sin disparar un tiro (…) es la propaganda, el mensaje, las redes sociales, indica McCain.
McCain ha hecho tales declaraciones en un momento en que el Congreso estadounidense tiene planeado aumentar los fondos destinados a las agencias de noticias del país, conocidas como la Junta De Gobernadores De Radiodifusión (BBG, por sus siglas en inglés).
En abril de 2015, la BBG pidió unos 15,4 millones de dólares para expandir sus programas y los contenidos de las redes sociales en lengua rusa.
En otra parte de sus declaraciones, McCain llama a Washington a prestar más atención a la situación de la región del Ártico (incluidas las partes de Rusia, Alaska, Canadá, Groenlandia, Islandia, la región de Laponia, en Suecia, Noruega y Finlandia, y las islas Svalbard, así como el océano Ártico) para contrarrestar las acciones de Moscú.
“Debemos prestar más atención. Tenemos que esforzarnos más en esta dirección, esta es otra área por la que debemos preocuparnos y tomar en cuenta las acciones de Rusia”, ha sostenido.
La Casa Blanca ve al Kremlin como una amenaza para su hegemonía; una hegemonía que, según un coronel del Ejército estadounidense, necesita de la guerra y esta adicción se alimenta por su “patriotismo paranoico”.
A lo largo de la Guerra Fría, los legisladores de Washington hablaron en “términos apocalípticos” sobre la gran amenaza representada por la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y el comunismo. Sorprendentemente, nada ha cambiado tras el colapso de la URSS, ha destacado el coronel del Ejército de EE.UU., Gregory Daddis.
Las relaciones entre Washington y Moscú se han deteriorado en gran medida, aparentemente, por la crisis de Ucrania. Según una reciente encuesta, la mayoría de ucranianos apuesta por una solución política al conflicto que se cierne sobre el este del territorio ucraniano.

EE.UU. y sus aliados europeos han impuesto varias rondas de sanciones unilaterales contra el Kremlin, bajo el pretexto de que apoya a los combatientes independentistas en el este de Ucrania (en las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk), una acusación fuertemente rechazada por Moscú.
Desde abril de 2014, cuando Kiev lanzó un operativo militar para acallar a quienes se oponían al derrocamiento del entonces presidente, Víctor Yanukóvich, Ucrania está inmersa en un conflicto que, hasta el momento, se ha saldado con más de 6400 muertos y ha dejado 1,3 millones de desplazados internos.
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