Tras una nueva propuesta del enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, aceptada por Israel por alinearse con sus intereses, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) presentó una contrapropuesta. Esta incluía un calendario claro para la liberación de prisioneros israelíes vivos y muertos, a cambio de presos palestinos, una retirada israelí de Gaza y la apertura del cruce de Rafah.
Sin embargo, Witkoff respondió que la oferta de HAMAS era “completamente inaceptable” y acusó al grupo de bloquear la salida diplomática. Israel, por su parte, reafirmó su intención de continuar las operaciones militares.
HAMAS sostiene que no rechazó la propuesta estadounidense, sino que pidió garantías mínimas: un alto el fuego real, entrada de ayuda humanitaria y retirada de las fuerzas israelíes.
El portavoz de HAMAS, Bassem Naim denunció que el documento presentado no cumplía con los acuerdos previos con EE.UU. y que ofrecía promesas ambiguas. Mahmoud Mardawi, otro líder del grupo, fue más tajante: “No estamos saboteando nada; exigimos lo mínimo para proteger a nuestro pueblo”.
A pesar del desencuentro, los esfuerzos no cesan. Egipto y Catar emitieron una declaración conjunta reafirmando su compromiso con una solución negociada. Se proponen seis semanas de alto el fuego temporal como parte de un acuerdo integral que incluiría intercambio de prisioneros, ayuda humanitaria y una retirada progresiva. Sin embargo, el camino hacia un alto el fuego duradero aún enfrenta grandes obstáculos.
Las negociaciones indirectas entre HAMAS e Israel han entrado en una nueva fase de tensión. Mientras tanto, la comunidad internacional apoya aparentemente la diplomacia, sin embargo, en la práctica no toma ninguna medida para frenar el genocidio sionista contra los palestinos en la franja de Gaza.
Huda Hegazi, Gaza
dgh