El combustible diésel es un bien indispensable para la vida diaria de los habitantes de la Franja de Gaza. Pero desde hace una semana, la falta de combustible se acentúa, ya que régimen israelí durante sus fiestas religiosas cierra el paso de Karam Abu-Salem, cortando el suministro de bienes.
La crisis ha provocado que en las estaciones de servicios no puedan abastecer a los taxistas y que los gazatíes cada vez tengan menos medios de transporte a su alcance.
Al parón de suministro se añade que la cantidad máxima de combustible que Israel permite entrar a Gaza nunca es suficiente. La Franja de Gaza necesita 500 mil litros de diésel cada día, sin contar el diésel necesario para la central eléctrica.
Desde el Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR, por siglas en inglés), aseguran que Israel está practicando un castigo colectivo ilegal, incumpliendo los tratados internacionales.
Los palestinos insisten en que régimen de Tel Aviv, como fuerza de ocupación, debe suministrar todas las necesidades de la Franja de Gaza; sin embargo, las fiestas judías son un pretexto repetitivo para dejar de hacerlo, complicando así la vida de los gazatíes.
Mussa'ab Bashir, Franja de Gaza.
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