Tras la aprobación de ley en el Senado, el presidente Barack Obama urge hacer lo propio a los diputados. Opositores a la medida, mayormente demócratas, convocan a resistirse al poder del dinero.
La batalla por la legislación que otorgaría al presidente la autoridad para negociar tratados comerciales como el Acuerdo Trans-Pacífico, se pelea en la Cámara Baja.
Con el propósito de promover el rechazo a la “Via Rapida”, congresistas y activistas describen lo negativo del Acuerdo Trans-Pacífico.
Ante la inminente votación en la Cámara Baja, la preocupación del activismo se centra en las ofertas y promesas de último minuto que estarían recibiendo los legisladores indecisos, con el propósito de lograr el los votos necesarios para su aprobación.
La presión de quienes favorecen la medida, incluso afectaría a programas de asistencia médica.
Alfredo Miranda, Washington.
smd/mrk
