Se considera como un preludio de la victoria de la Revolución Islámica en 1979. El 5 de junio de 1963 coincide con el 15 de jordad en el calendario iraní y marca el día en el que miles de iraníes salieron a las calles para protestar contra el arresto del fundador de la República Islámica de Irán, el Imam Jomeini (que descanse en paz), por parte de las fuerzas de seguridad del régimen de Pahlavi.
El 3 de junio de 1963 el Imam Jomeini (P), en un histórico y revelador discurso, criticó duramente al régimen de Pahlavi y las relaciones que este mantenía con el régimen de Israel, para después llamar a todos los musulmanes a unirse en la lucha contra la monarquía y el sionismo.
Dos días después, el 5 de junio de 1963, los elementos del Shah de Irán, Mohamadreza Pahlavi, atacaron la casa del líder revolucionario y lo detuvieron, dando lugar a masivas protestas del pueblo iraní en diferentes ciudades del país persa.
Las protestas del pueblo iraní provocaron una intensa represión del régimen de Pahlavi, así como la muerte y detención de un gran número de manifestantes, al mismo tiempo que pasaron a ser consideradas un paso decisivo hacia el colapso del sistema monárquico.
El movimiento del Imam Jomeini (P) rápidamente se granjeó el apoyo de los clérigos de alto nivel y de las personas que se oponían al régimen, que estaba haciendo frente a una crisis de legitimidad tras un golpe dirigido por la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) en 1953.
El golpe había derribado al Gobierno nacional del primer ministro Mohamad Mosadeq y le permitió al Shah establecer un Gobierno absolutista en el país.
Hoy, no hay cifras exactas sobre el número de muertos durante el levantamiento. Aquellos que recuerdan este día lo consideran el punto de partida para la Revolución Islámica de Irán, que derrocó al Shah respaldado por Estados Unidos, en 1979.
Ali Gudarzi, Teherán.
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