Aunque el caso se dirime todavía en los tribunales, el Gobierno ya ha aprobado el acuerdo y lo ha remitido al Parlamento.
El pasado 8 de abril, el presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi, y el rey saudí, Salman bin Abdelaziz Al Saud, sellaron el traspaso de la soberanía de las islas de Tiran y Sanafir a Riad. Indignados por lo que tachan de venta encubierta de territorio egipcio en el Mar Rojo, opositores y activistas están recurriendo a todos los medios a su alcance para cancelar el pacto.
La Campaña Popular para la defensa de la Tierra, que ha hecho alarde de unidad en un acto este martes, obtuvo una primera victoria en junio pasado, cuando la Corte Administrativa de El Cairo invalidó el acuerdo. Está previsto que el tribunal emita un nuevo veredicto el próximo lunes, en respuesta a la apelación interpuesta por el Ejecutivo.
El movimiento que abandera el carácter egipcio de Tirán y Sanafir ha llamado a los ciudadanos a manifestarse el próximo sábado. Violando la legislación vigente, las autoridades se negaron en un principio a tramitar la notificación que los organizadores deben entregar para protestar de forma legal. Con estos antecedentes no se fían de que Interior permita la concentración.
Algunos expertos vaticinaron que la crisis económica tornaría a los egipcios contra su presidente. Han sido en cambio los islotes de Tirán y Sanafir los que han mantenido vivas las actividades políticas de la maltrecha oposición.
Rocío López, El Cairo.
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