“Estados Unidos, con las conductas que ha mostrado, se ha convertido en la mayor amenaza contra la seguridad. En distintas partes del mundo somos testigos de acciones basadas en el uso explícito de la fuerza. En el hemisferio occidental, las amenazas contra Venezuela, Cuba y Nicaragua, e incluso contra Brasil y México, son repetidas por funcionarios estadounidenses. Declarar cerrado el espacio aéreo de un país es una acción sin precedentes y contraria a todas las normas y regulaciones internacionales, incluidas las relacionadas con la seguridad de la aviación”, ha afirmado Baqai este lunes.
También ha hecho alusión a las amenazas de EE.UU. contra los países africanos relativas a que no tienen derecho a participar en la cumbre del G20, para luego avisar que “el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) debería considerar las acciones de Estados Unidos como contrarias a la paz y la seguridad internacionales”.
Además, ha alertado de las secuelas de la actuación disonante de la Administración Trump en la arena internacional. “La conducta de Estados Unidos está convirtiéndose en un modelo para otros actores, y las consecuencias de esta situación afectarán a cada uno de los gobiernos”, ha acentuado.
Señalando, igualmente, el apoyo total que ofrece EE.UU. a Israel, Baqai ha indicado que estas prácticas, lo convierten en cómplice del régimen en actos de genocidio y en violaciones de la soberanía y la integridad territorial de los países de Asia Occidental.
Asimismo, ha indicado que cada una de estas medidas contraviene los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas, en particular la prohibición del uso de la fuerza o la amenaza.
El portavoz ha agregado que, lamentablemente, las acciones de Estados Unidos están normalizando la violación del derecho internacional, lo que tendrá efectos adversos a nivel mundial.
Desde el pasado mes de agosto, Estados Unidos ha desplegado frente a las costas de Venezuela buques de guerra, un submarino, aviones de combate y tropas, bajo pretexto de luchar contra el narcotráfico. Desde septiembre, ha llevado a cabo varios bombardeos contra lo que denomina narcolanchas en el mar del Caribe y el océano Pacífico, que han dejado decenas de muertos.
Por su parte, Caracas considera estas maniobras como una agresión armada dirigida a imponer un cambio de régimen, y denuncia que el verdadero objetivo es apropiarse de los recursos estratégicos del país, como el petróleo, el gas y el oro.
Trump anunció el sábado el “cierre total” del espacio aéreo sobre y alrededor de Venezuela, intensificando las tensiones en una región donde la presencia militar estadounidense crece rápidamente. La medida coincide con la instalación de un radar militar de EE.UU. en Trinidad y Tobago, a pocos kilómetros de la costa venezolana.
En respuesta a estas acciones, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, subrayó la determinación del país de salvaguardar su soberanía “al costo que sea”. “Venezuela responderá con dignidad, legalidad y la fuerza moral de un pueblo que jamás permitirá que se mancille su honor. Defenderemos nuestra soberanía al costo que sea”, aseguró.
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