El portavoz de la Cancillería iraní, Esmail Baqai, tachó el jueves de “infundadas y ridículas” las acusaciones formuladas por Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, y otros 11 países europeos sobre las supuestas “amenazas de inteligencia” de Irán. El diplomático consideró tales infundios como “un acto evidente de distracción y un intento de desviar la atención pública del tema más urgente del momento: el genocidio en Palestina ocupada”.
Mediante un comunicado conjunto, Estados Unidos y varios países europeos acusaron el jueves, sin prueba alguna, a la República Islámica de conspirar para “asesinar”, “secuestrar” e intimidar a personas en Europa y Norteamérica, alegando violaciones de soberanía y “vínculos con redes criminales internacionales”.
El vocero de la Diplomacia persa rechazó rotundamente las alegaciones de carácter de seguridad formuladas por estos países y afirmó que “Estados Unidos, Francia y los demás firmantes de la declaración antiraní deben rendir cuentas por su apoyo a elementos y grupos terroristas y violentos, a quienes acogen y respaldan, violando así el derecho internacional”.
Con estas palabras Baqai hizo referencia al apoyo político y financiero que brindan EE.UU. y algunos países europeos, entre ellos Francia, a grupos terroristas contrarevolucionarios iraníes como Muyahedín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés), implicados en atentados sangrientos y asesinato de miles de ciudadanos y responsables iraníes en las últimas décadas.
También se refirió a las recientes agresiones militares de Estados Unidos e Israel contra Irán —llevadas a cabo en junio—, así como a la continuidad del genocidio israelí en la Franja de Gaza, llevado a cabo con “el apoyo activo o el silencio cómplice” de los países firmantes de la declaración.
EEUU y Europa buscan fomentar iranofobia
En este contexto, Baqai calificó las acusaciones contra la República Islámica de Irán como una “falsedad evidente y un intento deliberado de desviar la atención, dentro de una campaña malintencionada de iranofobia y presión contra el pueblo iraní”.
Finalmente, Baqai subrayó que tales acciones violan los principios del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, y que los países firmantes de la declaración deben rendir cuentas por su comportamiento “irresponsable e inaceptable”.
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