“Cuando las instituciones de la arrogancia occidental e internacional sancionan la radio y la televisión (de Irán), demuestran cuán facilmente imponen la dictadura y violan los reclamos de libertad de expresión, con los que ensordecen los oídos del mundo entero durante años”, ha señalado este domingo el presidente de la Organización de la Radio y Televisión de Irán (IRIB, en inglés), Peyman Yebeli.
De hecho, Yebeli ha destacado la paradoja entre las palabras y los hechos de los que proclaman defender la libertad de expresión y la democracia, para luego indicar que uno de los ejemplos de esta contradicción es “la violación de los derechos humanos por parte de Estados Unidos al sancionar a la Organización de la Radio y la Televisión de la República Islámica de Irán”.
Además, ha señalado que otra prueba del doble estándar del Occidente respecto a las actividades de los medios, se evidencia al observar que “los medios hostiles con Irán actúan libremente en el corazón de Europa”, pese a sus esfuerzos por generar sedición y disturbios para perturbar la seguridad del país persa.
Esto mientras que IRIB, que opera de acuerdo con la ley, “en su opinión (la del Occidente) viola las normas, y ni siquiera puede tolerar la existencia de esta organización y este medio en los satélites”, denuncia.
“Este es uno de los ejemplos más obvios de la dictadura de los medios que claramente hemos enfrentado en los últimos eventos”, ha concluido.
EE.UU. sancionó en noviembre a seis altos funcionarios y periodistas de la IRIB, entre ellos su presidente y el jefe del Servicio Exterior, Ahmad Noruzi, acusando, sin pruebas, al organismo de transmitir “confesiones forzadas” de los familiares de los fallecidos durante los últimos disturbios en el país persa.
Por su parte, la Unión Europea (UE) y el Gobierno de Canadá han anunciado en los últimos meses varias sanciones contra Irán, incluyendo a la cadena Press TV, de habla inglesa, por supuestas “violaciones de derechos humanos”.
Irán ve detrás de tales medidas de los países occidentales intentos por instrumentalizar el tema de los derechos humanos, y les urge a evitar el oportunismo.
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