• La fachada del edificio de la Cancillería iraní en Teherán, la capital.
Publicada: miércoles, 16 de noviembre de 2022 11:03

La Cancillería de Irán convoca al embajador de Australia en protesta por los comentarios del premier del país oceánico sobre los disturbios en el país.

“Parece que el primer ministro de Australia ha tomado un enfoque equivocado basado en información falsa, lo que no ayuda a las relaciones entre los dos países”, ha dicho este miércoles el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Naser Kanani.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, acusó a las autoridades iraníes de reprimir supuestamente las protestas violentas ocurridas en el país tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini —el 16 de septiembre— e instó a Teherán a “respetar los derechos humanos y el derecho de las personas a protestar pacíficamente”.

Kanani ha dicho que la República Islámica está dispuesta a proporcionar al Gobierno australiano “la narrativa correcta y lejos de la controversia mediática sobre los acontecimientos en curso en Irán”, por lo tanto, ha dicho que, con el respeto mutuo, Canberra puede evitar cualquier daño a las relaciones diplomáticas con Teherán.

Australia carece de autoridad moral para hablar sobre los DDHH

“Australia carece de la más mínima legitimidad moral para dar lecciones sobre derechos humanos, dado que su historial está plagado de desafíos a estos derechos, desde la matanza de refugiados hasta el asesinato de 500 aborígenes en las cárceles del país y la prohibición de la investigación profesional en estos casos”, ha subrayado Kanani.

Ha acusado además a Australia de aplicar un doble rasero en materia de los derechos humanos por hablar de derechos humanos en Irán, y al mismo tiempo alojar a grupos terroristas antiraníes y células separatistas y guardar silencio ante el ataque terrorista a Shiraz (suroeste de Irán) ocurrido el pasado 26 de octubre.

Australia se ha sumado a muchos otros países occidentales, entre ellos Estados Unidos, Canadá y algunos de sus aliados europeos, en pedir presiones internacionales contra Irán, por lo que llaman la “represión” de las protestas, al tiempo que han apoyado abiertamente los actos vandálicos en el país.

La Cancillería de Irán aconsejó el pasado miércoles a los ciudadanos persas que eviten viajar a Australia debido a los altos riesgos de detenciones arbitrarias y su “extradición a gobiernos hostiles sin ningún motivo”.

 

Además, alerta de las “actividades de grupos extremistas y racistas” en el referido país y el aumento de la probabilidad de amenazas, insultos racistas y agresiones “en cualquier lugar y momento”.

Las autoridades iraníes denuncian el papel directo de EE.UU., Israel y algunos de sus aliados occidentales en los disturbios y avisan que los enemigos de la nación están utilizando el entorno creado para realizar actos terroristas, como lo ocurrido en Shiraz.

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