Arman, de 21 años y un miembro de la Fuerza de Resistencia Popular (Basich), murió tras resultar gravemente herido por los vándalos en Teherán, la capital iraní.
En los últimos días, Irán ha sido escena de disturbios violentos. Los alborotadores se han aprovechado de las protestas tras la muerte de la joven Mahsa Amini para atentar contra el orden público, provocando incendios, agresión contra las fuerzas de seguridad y destrozos parciales y totales en propiedades públicas y privadas.



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