Mediante un comunicado emitido el lunes, los ministros del Reino Unido y el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG-integrado por los países árabes ribereños al Golfo Pérsico) anunciaron que han llegado a un acuerdo sobre “asociaciones estratégicas”.
En una parte del referido documento, los representantes británicos y árabes acusaron a Irán de llevar a cabo “actividades destructivas” en la región y consideraron las conversaciones de Viena sobre el acuerdo nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)—como la “última oportunidad” para restaurar la seguridad en la zona y evitar una escalada de tensiones.
En reacción, el embajador de la República Islámica en el Reino Unido, Mohsen Baharvand, ha emitido un mensaje en su cuenta en la red social Instagram para denunciar el referido comunicado contra “el gran y poderoso Irán”.
“Desafortunadamente, algunos países árabes ignoran los brazos abiertos de Irán para la negociación, diálogo y la política de vecindad respetuosa, y emiten una declaración en Londres contra el gran y poderoso Irán”, ha lamentado.
Tras condenar las injerencias del Occidente en los asuntos internos de otras naciones, el titular persa ha recalcado que “la seguridad, la amistad y la prosperidad de la región se pueden lograr mediante la cooperación entre Teherán y los países regionales en lugar de intervenciones extranjeras”.
El diplomático iraní ha reiterado que son los países occidentales los que tienen la injerencia más injustificada y el movimiento destructivo en la región. De hecho, ha proseguido, Teherán siempre ha abogado por la amistad con sus vecinos y los ha invitado a sentarse para entablar diálogos constructivos.
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