A un día del cierre de las campañas electorales en Irán, los candidatos a la presidencia país multiplican esfuerzos para sumar votos. El favorito de la contienda, el conservador Seyed Ebrahim Raisi, ha protagonizado varios actos. Entre ellos, una visita a un mercado bursátil de Teherán, donde dijo que buscará la inyección de 200 millones de dólares en capital. Indicó que adoptará medidas para que haya estabilidad en la bolsa de valores.
El otro candidato conservador, Mohsen Rezai, quien ha prometido multiplicar por diez el subsidio gubernamental a los ciudadanos, en un acto simbólico, presentó el cheque que otorgará a un total de 60 millones de iraníes de bajos ingresos.
Algunos candidatos hablaron sobre sus planes para que Irán pase de ser un país exportador de crudo a productor de derivados de petróleo.
A su vez, Mohsen Mehralizade, quien es considerado un candidato reformista, dijo que hay que garantizar la seguridad y estabilidad tanto a los inversores iraníes como a los extranjeros para atraer capital.
En este sentido el aspirante moderado, Abdolnaser Hemati, dijo que el lema de su posible gobierno es la interacción desde la casa hasta el extranjero. Criticó que EE.UU. aún no haya levantado las sanciones antiraníes.
Uno de los objetivos de los candidatos, a tres días de los comicios, es ganar a los pronósticos de baja participación electoral. Buscan convencer a la ciudadanía de que su voto del viernes decide el futuro del país.
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