• El presidente de EE.UU., Donald Trump, en la Casa Blanca, Washington, 22 de julio de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: miércoles, 24 de julio de 2019 18:34
Actualizada: miércoles, 24 de julio de 2019 23:07

Irán repudia las declaraciones “racistas” del presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre Afganistán, mientras los afganos las consideran producto de la “locura”.

El inquilino de la Casa Blanca ha indicado que podría “ganar” en una semana la guerra en Afganistán pero no lo hace porque morirían 10 millones de afganos y el país asiático “sería borrado de la faz de la Tierra”. Estas declaraciones vertidas el lunes desataron una avalancha de críticas, desde el Gobierno y pueblo afganos hasta Irán y La India.

El portavoz de la Cancillería iraní, Seyed Abás Musavi, ha condenado este miércoles las declaraciones “racistas” e “inaceptables” del mandatario norteamericano y las ha considerado “una amenaza” a la paz y la seguridad a nivel internacional.

De igual modo, ha hecho hincapié en que la República Islámica de Irán se mantiene al lado de “la resistente nación”, el Gobierno y la élite de Afganistán, al que considera “un país fraterno y vecino”.

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El Gobierno del presidente afgano, Ashraf Qani, a su vez, pidió el martes explicaciones de EE.UU. por las observaciones racistas de Trump y aseguró que “ningún país determinará el futuro” de Afganistán, como uno de los países “más antiguos del mundo”. “Afganistán seguirá fuerte en la esfera política del mundo”, se lee en un comunicado presidencial.

¿Cómo reaccionan los afganos ante las declaraciones racistas de Trump?

El expresidente afgano Hamid Karzai ha condenado las declaraciones de Trump, que “reflejan los secretos internos del liderazgo de EE.UU. ante nuestro pueblo y muestran que ellos (EE.UU.) no respetan la dignidad ni la vida”.

En un ejemplo que sostiene su argumento, Karzai ha recordado una potente bomba aérea masiva, denominada MOAB (Madre de todas las bombas), que lanzó Washington contra Afganistán en 2017, y ha afirmado que tal práctica puso en evidencia “la mala fe” de los estadounidenses respecto a “la nación afgana, su soberanía y los valores humanitarios”.

Mohamad Arif, un zapatero de 50 años, ha considerado “imposible” lo que ha planeado Trump y ha dicho que el presidente de EE.UU. “tiene algún tipo de locura”.

Seyed Habib Sadat, un periodista afgano, a su vez, ha afirmado en su cuenta en Twitter que si el Gobierno del país “tiene la independencia política” debe convocar al embajador de EE.UU. en Kabul (capital).

El comunicador Davud Nayi, por su parte, ha puntualizado que no es necesario matar a 10 millones de personas y lo que EE.UU. debe hacer es, a su juicio, “no darles legitimidad a los talibanes a través de negociaciones unilaterales. No los conviertan en héroes anti-ocupación”, ha repudiado.

 

Atentados del 11-S, pretexto de atacar Afganistán

Afganistán es una de las numerosas víctimas de las guerras que ha librado EE.UU., inventando pretextos poco verosímiles.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU., invadió en 2001 Afganistán, bajo el pretexto de los ataques registrados el 11 de septiembre del mismo año.

Varios terroristas lograron hacerse con el control de cuatro aviones: dos se estrellaron contra las Torres Gemelas de Nueva York y otro contra la sede del Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono) en Washington, capital de EE.UU. El cuarto se estrelló en el estado de Pensilvania (noreste). Los atentados se saldaron con alrededor de 3000 muertos.

La invasión se produjo mientras varios informes aseguran la implicación del régimen israelí y saudí en los atentados, que en realidad fueron un pretexto para abrir un nuevo conflicto.

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