“La presencia de las fuerzas estadounidenses en la región [del suroeste de Asia] fue desde el principio una medida errónea e ilógica, una fuente de tensión y una de las principales causas de inestabilidad en la zona”, denuncia hoy sábado el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.
El diplomático persa, que ha hecho estas declaraciones en referencia a la decisión de Washington de retirar sus tropas de Siria, cuestiona, asimismo, la presencia de cualquier fuerza foránea en la región del Oriente Medio.
“Un estudio detallado de la historia de las vicisitudes de las últimas décadas en la zona muestra que la presencia extranjera en esta sensible y crucial región so excusas varias ha resultado invariablemente en tensión, inseguridad y una escalada de las divergencias”, señala Qasemi.
La Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el miércoles que comenzará la retirada de más de 2000 soldados desplegados en territorio sirio, decisión que, según algunos políticos sirios, es consecuencia de la firmeza del pueblo y del Gobierno de Siria.
Un estudio detallado de la historia de las vicisitudes de las últimas décadas en la zona muestra que la presencia extranjera en esta sensible y crucial región so excusas varias ha resultado invariablemente en tensión, inseguridad y una escalada de las divergencias”, explica Bahram Qasemi, portavoz de la Cancillería de Irán, en relación con la salida de las tropas estadounidenses de suelo sirio.
Rusia, como socio de Damasco en la lucha contra el terrorismo, no se llega a creer la decisión de EE.UU., argumentando que el Ejército de dicho país lleva en Afganistán 17 años pese a decir que está retirando sus tropas. El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) señaló el jueves, citando fuentes locales, que EE.UU. está reforzando su nueva base militar en la provincia oriental de Deir Ezzor, y esto contradice el anuncio de Trump.
Desde el inicio de los ataques de la llamada coalición en 2014, Siria calificó de “ilegal” la presencia de las fuerzas extranjeras, y denunció que los estadounidenses y los milicianos apoyados por Washington solo complicaban más la situación del país y obstaculizaban una posible solución a la crisis siria.
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