• El portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi, ofrece una rueda de prensa en Teherán, capital persa, 11 de septiembre de 2017.
Publicada: lunes, 18 de septiembre de 2017 6:36

Irán denunció nuevas sanciones de EE.UU. contra sus ciudadanos y las tachó de una medida ‘politizada’ e ‘infundada’ que revela la iranofobia de Washington.

“Incorrecta e infundada acusación de ciberataque contra los ciudadanos iraníes es una alegación irrelevante e injustificada y contradice los derechos básicos de las personas de tener acceso irrestricto a la información”, destacó el domingo el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.

De esa manera, reprochó las recientes sanciones que el Departamento del Tesoro de EE.UU. impuso el jueves pasado a once individuos y entidades iraníes, a quienes acusó de apoyar al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) o participar en ataques cibernéticos contra bancos estadounidenses.

“La medida del Gobierno estadounidense es contraria a todos los principios jurídicos e internacionales reconocidos”, remarcó Qasemi, al agregar que dicha decisión sólo puede ser interpretada como la continuación de la campaña antiiraní e iranofobia de la Casa Blanca.

Incorrecta e infundada acusación de ciberataque contra los ciudadanos iraníes es una alegación irrelevante e injustificada y contradice los derechos básicos de las personas de tener acceso irrestricto a la información”, destacó el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.

 

El vocero de la Diplomacia persa cuestionó además que Estados Unidos siempre ha sido el país, desde donde han lanzado ataques cibernéticos contra los centros y organizaciones estatales de Irán en los últimos años.

El Gobierno estadounidense, prosiguió Qasemi, y los tomadores de sus decisiones tienen que prestar más atención a las consecuencias de sus “fallidas e incorrectas” políticas en contra de Irán y sus “enfoques iranófobos”.

El Departamento del Tesoro de EE.UU. mandó a congelar “todos los bienes e intereses” de once entidades y personas iraníes y prohibió además a los ciudadanos estadounidenses comerciar con ellas. Entre las acusaciones se encuentra ejecutar ataques cibernéticos contra instituciones financieras norteamericanas en 2011 y 2012 y apoyar el programa misilístico del país persa.

La decisión del Departamento del Tesoro se produjo en un momento en que la nueva Administración estadounidense presidida por el republicano Donald Trump ha tomado una postura hostil en contra de Irán y el acuerdo nuclear firmado entre Teherán y el Grupo 5+1 (China, EE.UU., Francia, el Reino Unido y Rusia, más Alemania).

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