“El Gobierno bareiní complica la situación del país por atacar la región de Al-Diraz (noroeste) y agredir la casa del sheij Isa Qasem, derramando la sangre de decenas de opositores indefensos y pacíficos”, ha denunciado este martes el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.
Las fuerzas del régimen de Al Jalifa, equipadas con un gran número de vehículos blindados, han allanado la jornada de hoy la residencia del sheij Isa Qasem, matado a dos opositores y arrestado a todos aquellos que se hallaban en el interior de la vivienda.
Tras considerar la agresión como un “error de cálculo”, Qasemi ha resaltado que la intensificación de la represión y la continuación del enfoque tribal y religioso, no ayudan a resolver la crisis en el país y desviarán el proceso pacífico de las protestas antigubernamentales.
A continuación, el portavoz iraní ha instado a Manama a hallar una salida política y no militar a la crisis, en vez de escuchar las estrategias esgrimidas por algunos países extranjeros para hacer frente a los líderes religiosos y políticos.
Baréin es escenario de masivas protestas después de que un tribunal condenara el domingo al sheij Isa Qasem a un año de cárcel por “recogida de fondos ilegales y levado de dinero”. Los cargos proceden de la colección de una donación islámica, llamada Jums (Un Quinto), que en el Islam chií es recogida y distribuida por un clérigo de alto rango entre los más necesitados.
El Gobierno bareiní complica la situación del país por atacar la región de Al-Diraz (noroeste) y agredir la casa del sheij Isa Qasem, derramando la sangre de decenas de opositores indefensos y pacíficos”, dice el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.

A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, ha escrito en su cuenta en la red social Twitter que la agresión mortífera de las tropas bareiníes es el resultado del acercamiento del presidente de EE.UU., Donald Trump, a Arabia Saudí.
Trump inició hace unos días una gira por Oriente Medio, en la que su primera parada fue Arabia Saudí, donde suscribió acuerdos militares por un valor de 110.000 millones de dólares y acusó sin fundamento a Irán de impulsar el terrorismo.
Los territorios ocupados fueron su segunda escala, y durante su estadía en los mismos se reunió con el primer ministro del régimen israelí, Benyamin Netanyahu, y el presidente de Palestina, Mahmud Abás. La tercera parada de su viaje será Egipto.
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