El estreno tuvo lugar en el Gran Teatro Nacional de Lima y contó con la presencia de mandatarios de toda la región. Los grandes ausentes fueron Nicolás Maduro, desinvitado por el Gobierno, y Donald Trump, quien inició un ataque en Siria junto a Francia y el Reino Unido.
A la luz del caso Lava Jato que involucra sobornos a altos empresarios y políticos de la región, el presidente peruano, Martín Vizcarra, coincidió con sus homólogos de Chile, México y Colombia que el estado debe buscar nuevas formas de relacionarse con el sector privado. Esto se dio en el evento empresarial de la cumbre.
Vizcarra tuvo encuentros bilaterales con mandatarios como el primer ministro canadiense Justin Trudeau, quien respaldó la incorporación del Perú a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Con Evo Morales de Bolivia, se acordó la construcción del corredor ferroviario bioceánico entre ambos países. El asesinato de tres periodistas en Ecuador obligó al presidente Lenín Moreno a dejar la Cumbre.
La delegación de Cuba se retiró de la Cumbre acusando que la Organización de Estados Americanos (OEA) buscó hacer un informe negativo de este país. Por su parte, la delegación venezolano denunció que la Cumbre estuvo viciada.
Asignar un presupuesto a combatir la corrupción es un tema que Martín Vizcarra buscar acordar con sus pares latinoamericanos. Lograr una política transparente depende de una justicia independiente, condición que se ha puesto a prueba por el número de presidentes de la región que estuvieron en contubernio con Odebrecht.
Rudy Jordán, Lima.
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