Mediante un comunicado publicado el jueves, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) refutó el informe de Amnistía Internacional (AI) en el que acusa a los combatientes de la Resistencia palestina de haber cometido crímenes durante la operación ‘Tormenta de Al-Aqsa’ de octubre de 2023.
HAMAS cataloga el informe de la AI de “parcial”, “tendencioso” y de contener “falacias y contradicciones”, argumentando que las propias autoridades israelíes en sus investigaciones han encontrado que muchos edificios en comunidades de los territorios ocupados cercanas a las fronteras con la Franja de Gaza fueron destruidos durante los ataques del 7 de octubre de 2023 por las propias fuerzas israelíes y muchos civiles murieron bajo fuego del ejército sionista.
“La repetición en el informe de las mentiras y acusaciones de la ocupación sobre las violaciones, la violencia sexual y los malos tratos a los prisioneros confirma, más allá de toda duda, que el objetivo del informe es incitar y distorsionar la realidad, adoptando la narrativa de la ocupación” israelí, destaca la nota.
La Resistencia palestina ha instado a la oenegé a “retractarse” de su informe de 173 páginas, calificándolo de “erróneo y poco profesional”.
En este contexto, HAMAS ha pedido tambén a la AI que no “se confabule con los intentos de la ocupación de demonizar al pueblo palestino y su legítima resistencia”.
En cuanto a la campaña genocida del ejército israelí durante los últimos dos años contra los palestinos y la matanza de más de 70 366 palestinos por parte de Israel, HAMAS señala que Israel “ha impedido la entrada de organizaciones internacionales y organismos de la ONU a Gaza, y también ha impedido que equipos de investigación independientes lleguen al terreno para examinar los hechos y documentar violaciones”.
Estas medidas israelíes —agrega HAMAS— hacen que “cualquier informe construido fuera del lugar de los hechos” sea “incompleto y deficiente”, dado que no permiten que haya una investigación que revele “lo que verdaderamente ocurre sobre el terreno”.
Los crímenes israelíes son investigados por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y la Corte Penal Internacional (CPI) bajo cargos de genocidio y crímenes de guerra, recalca nota.
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