En un comunicado, el Ministerio de Exteriores palestino condena con firmeza la inauguración de la embajada de Fiyi en Al-Quds ocupada, al considerarla “un ataque contra el pueblo palestino” y “una amenaza directa” para la solución de dos Estados.
El primer ministro de Fiyi, Sitiveni Rabuka, inauguró la nueva misión diplomática en la ciudad santa en un acto celebrado el miércoles junto al primer ministro del régimen israelí, Benjamín Netanyahu, y el canciller Gideon Saar, quienes calificaron la medida de “decisión histórica”.
La Cancillería palestina instó a Fiyi a revocar su decisión y recalcó que todas las medidas impuestas por el régimen israelí en Al-Quds son nulas e ilegítimas bajo el derecho internacional y las resoluciones de la ONU.
Israel ocupó la parte este de la ciudad en 1967 y la anexionó en 1980, una acción rechazada por la comunidad internacional. Palestina considera Al-Quds este como capital de su futuro Estado, de acuerdo con las resoluciones internacionales.
Actualmente, solo un reducido grupo de países —Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Kosovo, Papúa Nueva Guinea y Paraguay— mantiene embajadas en Al-Quds, mientras que la mayoría mantiene sus sedes en Tel Aviv.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, durante su primer mandato, reconoció a Al-Quds en 2017 como capital del régimen israelí y trasladó allí la embajada de su país desde Tel Aviv, lo que abrió la vía a que otros países siguieran ese paso.
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