Según un informe de la agencia estadounidense de noticias Associated Press, mientras Israel moviliza a decenas de miles de reservistas para su invasión de la ciudad de Gaza, un número creciente de soldados y sus madres se niegan a participar.
No existen cifras oficiales, pero grupos recién formados han anunciado su negativa a servir, pese al riesgo de enfrentar prisión.
Este desafío surge en medio de protestas masivas en Israel, donde ciudadanos acusan al primer ministro Benjamín Netanyahu de prolongar la guerra con fines políticos, en lugar de negociar con el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) para asegurar la liberación de los 48 retenidos restantes, 20 de los cuales se cree que siguen con vida.
Numerosos opositores, incluidos ex altos funcionarios de seguridad, temen que la última ofensiva arroje pocos resultados y ponga en peligro a los cautivos. Israel también enfrenta duras críticas internacionales por la catástrofe humanitaria provocada por la guerra y su bloqueo.
Un grupo que pide a los líderes de Israel que dejen de enviar a sus hijos a la guerra está formado por madres que temen que sus hijos mueran en vano.
Una madre israelí expresó, entre lágrimas, su temor de que su hijo menor tuviera que regresar al frente. “No podía dejar de pensar en cómo romperle la pierna, romperle el brazo, herirlo de alguna forma para que no pudiera regresar”, indicó.
Avshalom Zohar Sal, un soldado y médico de 28 años que sirvió en múltiples misiones en Gaza, destacó que los soldados están exhaustos, desmoralizados y ya no saben por qué están luchando.
Su escepticismo se profundizó durante su último viaje, en junio, al ver a las tropas regresar a las mismas zonas donde habían combatido anteriormente en la guerra.
Comentó que algunos soldados parecían menos concentrados, lo que los dejaba vulnerables a los ataques del movimiento de HAMAS muy reducido, pero aún letal.
“No me pongan en la posición de tener que decidir si voy a arriesgar otra vez mi vida”, remarcó dirigiéndose a los militares.
Algunas mujeres israelíes han animado a sus hijos a negarse a presentarse para la acción en Gaza, mientras que otras afirman respetar las decisiones de sus hijos. Todas afirman que su mensaje se dirige principalmente a los líderes del país.
Al menos tres soldados vinculados con Soldados por Rehenes han sido encarcelados este año por negarse a cumplir el servicio, algunos de ellos durante hasta tres semanas.
La guerra genocida del régimen israelí en Gaza, ha matado hasta ahora al menos a 64 756 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza.
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