El norte del Caribe ha sufrido una devastación generalizada tras el paso del huracán Melissa, con un número creciente de víctimas en varias islas.
En toda Jamaica, los sonidos urgentes de maquinaria pesada, motosierras y machetes dominan el ambiente mientras trabajadores y residentes despejan las carreteras bloqueadas por escombros para llegar a las comunidades aisladas y arrasadas por uno de los huracanes más poderosos jamás registrados en el Atlántico.
Atónitos sobrevivientes recorren las ruinas, enfrentándose a hogares sin techos y pertenencias esparcidas por los feroces vientos y las inundaciones.
 
 
 
 
 
 
 
yzl/hnb

 
  
  
  
  
  
  
  
  
 