Previamente, los medios de comunicación iraníes habían informado de una serie de explosiones consecutivas en Teherán, capital, acompañadas por disparos de artillería antiaérea.
Después de escucharse fuertes explosiones en Teherán, capital iraní, el ministro israelí de asuntos militares Israel Katz, anunció que el régimen sionista está ejecutando una “operación preventiva” contra la ciudad capitalina.
El ejército israelí confirmó que en los ataques contra Irán utilizó decenas de aviones y afirmó que los ataques tenían como objetivo instalaciones militares y nucleares.
Las fuerzas sionistas calificaron la agresión de “un ataque preventivo preciso e integrado basado en inteligencia de alta calidad, con el objetivo de atacar el programa nuclear iraní”.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que los ataques contra Irán continuarán “mientras sea necesario”, y están dirigidos al programa nuclear, los misiles balísticos y las capacidades militares de Irán.
La República Islámica ha declarado que sus fuerzas están en la máxima preparación militar para enfrentar y responder a cualquier aventurismo del enemigo.
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