Los israelíes no tienen piedad hacia los muertos. Bombardean de manera indiscriminada y parte de los ataques van dirigidos a lugares residenciales.
Los palestinos, casi diariamente, inspeccionan los daños perpetrados tras ataques aéreos a fosas comunes. El pueblo junto con Miembros de Defensa Civil tiene que volver a enterrar los cuerpos.
Más de treinta mil de muertos, cifra que, sin duda, aumentará en los próximos días.
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